Visitar Grecialandia estaba en mi lista desde hacía tiempo, y me entusiasmaba la idea de hacerlo por fin.
Situada a unos 30 minutos del centro de Puerto Plata, se accede a ella por una carretera de montaña cerca de la entrada de San Marcos. Aunque hay señales para guiarle, las condiciones de la carretera no son ideales. Si conduces un coche normal en lugar de un todoterreno, deberás extremar la precaución.
Al llegar, me di cuenta de que no hay aparcamiento privado, por lo que los visitantes deben aparcar al borde de la carretera, donde pasan otros vehículos.
La primera impresión fue sorprendente: los colores blanco y azul evocaban inmediatamente el ambiente de Grecia. Sin embargo, no me quedó clara la relación entre Grecia y la República Dominicana.
El sitio consiste principalmente en una sola calle bordeada de lugares pintorescos para fotografiar. Los edificios situados a lo largo de esta calle sirven como apartamentos de alquiler. Al final de la calle hay un pequeño restaurante, una terraza panorámica y una modesta piscina. Las vistas desde la terraza son impresionantes, con un panorama impresionante del valle y las montañas circundantes.
Según la página web, Grecialandia ofrece paseos en burro, música en directo, espectáculos de danza y entretenimiento. Sin embargo, durante nuestra visita solo vimos música a todo volumen por altavoces, sin actuaciones en directo, espectáculos ni burros a la vista.
El todo incluido incluye un cóctel de bienvenida, bebidas (excluidos los cócteles) y la posibilidad de elegir entre un plato de fideos o una salchicha al estilo griego servida con ensalada y fruta tropical. La comida era decente pero poco destacable.
Después de hacer fotos y comer, no había mucho más que hacer. La piscina es bastante pequeña, con sólo unas pocas tumbonas disponibles. Para aquellos que quieran disfrutar de una experiencia junto a la piscina, sin duda hay mejores opciones en otros lugares.
Reflexiones finales
Grecialandia es un lugar agradable de visitar para los aficionados a la fotografía, ya que ofrece un entorno único y unas vistas impresionantes. Sin embargo, las vistas no son visibles mientras se cena. A un precio de $45 USD por persona, personalmente lo encuentro excesivamente caro para lo que es esencialmente una oportunidad fotográfica de una sola calle con almuerzo incluido.
